Pocos conocen lo que se siente cuando llegas a Cantabria por el aire, como son los cántabros exiliados. Esa sensación de estar viendo de nuevo la «tierra prometida».
La belleza de Cantabria se vislumbra desde que el avión empieza la maniobra de aterrizaje. Una vez dejado por encima de nuestras cabezas el «mar» de nubes, tan solo nos queda pegar nuestra nariz a la ventanilla de nuestro avión.
Este video, y las fotos que verás a continuación, son el regalo que me ha brindado hoy la Tierruca desde sus cielos.