|
La alcaldesa visita la obra con motivo de la instalación de los primeros elementos mecánicos, que permitirán salvar los 17 metros de desnivel del paseo en su primer tramo de pendiente pronunciada, que coincide con la gran manzana del colegio Calasanz.
Las obras del nuevo itinerario mecánico del Paseo de Canalejas afrontan su fase final y la previsión del Ayuntamiento es que concluyan a finales de agosto para ponerlo en servicio el próximo mes de septiembre.
Así lo ha anunciado hoy la alcaldesa Gema Igual, que ha visitado las obras junto al concejal de Fomento y Movilidad Sostenible, César Díaz, coincidiendo con el inicio de los trabajos más llamativos, la instalación de los primeros elementos mecánicos, una vez ejecutados los fosos y muros laterales; desviados los servicios afectados y ejecutadas las nuevas canalizaciones.
Una vez se instalen las rampas, ha avanzado, las obras continuarán con el conexionado eléctrico, regulación y pruebas; asfaltado de la calle; señalización vertical y horizontal; instalación de pasamanos en elementos mecánicos y barandillas; colocación de mobiliario; así como la plantación del nuevo arbolado y trabajos de jardinería.
La alcaldesa ha subrayado los beneficios de este proyecto para los vecinos y ha recordado que se trata de una obra muy demandada, que mejorará sustancialmente la movilidad en la zona, al tiempo que revalorizará y revitalizará todo el barrio.
Los trabajos, que ejecuta SIEC y cuentan con una inversión de casi 1,9 millones, responden a un compromiso de la alcaldesa de Santander con los vecinos del entorno.
“Vamos a facilitar los desplazamientos de muchos vecinos y, especialmente, de las personas mayores o con problemas de movilidad”, ha remarcado Igual, y ha asegurado que Santander continuará ampliando la red de itinerarios mecánicos, que en la actualidad suma un total de 15 tras una inversión global de 26,3 millones de euros.
Características de la actuación
Las cinco nuevas rampas mecánicas de Canalejas permitirán salvar los 17 metros de desnivel que tiene el paseo en su primer tramo de pendiente pronunciada, en los aproximadamente 220 metros de longitud que coinciden con la gran manzana que forma el colegio Calasanz.
El trazado de los elementos mecánicos se desarrolla por la acera Sur, la que colinda con el colegio, ya que cuenta con menos condicionantes que la acera Norte, donde se encuentran numerosos vados y entradas a garajes, portales, comunidades o establecimientos comerciales.
La nueva configuración de la calle mantendrá las aceras de ambos márgenes con anchuras similares a las actuales, adosando los elementos mecánicos a la acera Sur, desplazando la fila de aparcamientos en línea y disponiendo una banda de seguridad entre los vehículos aparcados y los elementos mecánicos.
Respecto a las rampas, son un total de 5, de unos 30 metros de longitud, con un metro de ancho, una velocidad de 0,5 metros por segundo, -que podrá reducirse cuando no haya usuarios-, con balaustrada de vidrio de seguridad, detección de personas mediante radar y células de presencia en todo el elemento mecánico, sistema contador de pasajeros y red de videovigilancia que permita también su rearme a distancia.
Este proyecto cuenta con una subvención de un millón de euros del Gobierno de Cantabria dentro de la convocatoria destinada a la creación de itinerarios peatonales accesibles.
