El delegado del Gobierno en Cantabria, Pedro Casares, ha destacado los planes de la empresa de alimentación La Ermita Cantabria para alcanzar la autonomía energética.

Casares ha visitado las instalaciones de esta empresa familiar ubicadas en la localidad de Casar de Periedo, en Cabezón de la Sal, y cuyos detalles sobre los orígenes y la particular producción de sus productos gourmet le ha explicado uno de sus fundadores, Cándido Salmón García de los Salmones.

El delegado ha podido conocer los planes de mejora de la fábrica, entre los que destaca  la implementación de proyectos para instalar paneles solares y baterías de almacenamiento, así como una caldera de biomasa.

La idea de La Ermita es tratar de alcanzar la “autonomía energética” para evitar situaciones de riesgo de desequilibrio económico por las subidas de los productos energéticos y las materias primas como ocurrió en 2022 tras el inicio de la guerra en Ucrania, ha explicado.

Casares también ha  conocido de “primera mano” el  proceso de elaboración artesanal de La Ermita y que tiene su base en la «excelente materia prima que emplean».

Los hermanos fundadores de esta empresa alimentaria han agradecido la visita del delegado del Gobierno en Cantabria, al que han trasladado su apuesta por el empleo local y la producción artesanal.

La Ermita Cantabria comenzó a producir en 2002 después de que en el año 1999 decidieran apostar por el sector agroalimentario en vez centrarse en el sector hostelero, sus primeros orígenes, y actualmente cuentan con más de 70 empleados de los que el 65% son mujeres.

Con una facturación de unos 6,6 millones al año, la fuerza de su producción está en la fabricación de producto tradicional de alta calidad, con un elevado número de referencias y variedades, que superan medio centenar de su marca La Ermita Cantabria.

Disponen, además de las ventas en grandes superficies, de 11 puntos de venta directa: cinco en Cantabria, tres en Vizcaya, dos en Madrid y uno en Burgos.