La Concejalía de Salud hace un llamamiento a la responsabilidad de los dueños de animales de compañía para mantener limpio el espacio común, y advierte de los riesgos de salubridad que conlleva el abandono de las heces de los perros
El Ayuntamiento de Santander, a través de la Concejalía de Salud, iniciará el próximo lunes, 13 de enero, una campaña de concienciación ciudadana sobre la limpieza y recogida de excrementos y limpieza de orines caninos.
La concejala del área, Zulema Gancedo, ha presentado hoy en una rueda de prensa esta iniciativa que se desarrollará a través de la divulgación de mensajes en distintos soportes como postes informativos en parques, carteles en marquesinas de autobuses, proyección de vídeos divulgativos en las pantallas del TUS y banners en redes sociales y páginas web municipales.
En ellos, se insistirá en la necesidad de recoger las heces de los perros y la importancia de enseñarles dónde orinar, evitando siempre el mobiliario urbano, y rociando con agua y vinagre el lugar.
Gancedo ha puesto de relieve que en Santander hay registrados 23.454 canes aproximadamente, y, con ello, la convivencia en entornos públicos y compartidos ha aumentado. Por ello, ha advertido de la importancia de intensificar la concienciación ciudadana sobre una serie de prácticas encaminadas a garantizar la salud pública, la limpieza e higiene de espacios verdes y urbanos y el respeto a la convivencia y calidad de vida de los ciudadanos.
De esta manera, ha hecho un llamamiento “a la reflexión, el compromiso y la responsabilidad” de los dueños de perros para mantener limpio el espacio común con la recogida y limpieza de los residuos caninos.
Según ha expuesto la edil, los excrementos y orines caninos abandonados en parques, jardines o vías públicas, además de representar un deterioro de la imagen de la ciudad y generar molestias ciudadanas, también implican riesgos para la salud humana.
De este modo, ha indicado que los excrementos de perro son tóxicos, focos de enfermedades, ya que contienen parásitos y otros organismos vivos fuentes de infecciones que de no recogerse pueden transmitir infecciones durante la degradación, unos 4 meses en función de la influencia ambiental.
Del mismo modo, Gancedo ha incidido en que los residuos caninos contribuyen a la proliferación de insectos y roedores, lo que genera problemas de higiene y malos olores en las zonas urbanas, por lo que ha resaltado que “el impacto ambiental de los excrementos de perro es más significativo de lo que creemos”.
En esta misma línea, se ha referido la degradación de mobiliario urbano, fachadas, suelos, aceras, viales, y a la pérdida de biodiversidad cuando las zonas afectadas son espacios verdes. A este respecto, ha apuntado que en el proceso de descomposición de residuos caninos se liberan nutrientes como nitrógeno y fósforo que pueden contaminar las aguas superficiales y subterráneas, provocando la eutrofización de ríos y lagos.
En relación con la ciudadanía, la concejala ha insistido en que los vecinos viven situaciones incómodas en aquellas zonas con alta densidad de perros, pues la acumulación de heces puede generar no solo problemas de salubridad, sino también de estética y calidad de vida de los habitantes.
En este caso, ha hecho especial hincapié en los perjuicios que afectan a las personas mayores, hacia quienes ha pedido “una especial sensibilidad”. Así, ha recordado que las particularidades asociadas a este colectivo, como pueden ser las dificultades de visión, movilidad reducida o dificultad para la marcha, les hace especialmente vulnerables a las consecuencias que ocasiona el abandono de los residuos caninos en vías públicas o zonas verdes.
Por último, Gancedo ha recordado que la ordenanza sobre tenencia de perros y animales domésticos determina que “las personas que conduzcan los perros están obligados a adoptar las medidas necesarias para impedir que se ensucien las vías y espacios públicos debiendo recoger los excrementos que los animales depositen en las aceras, vías, espacios públicos, jardines o parques”, y que no hacerlo constituye una falta grave sancionable con multas de hasta 200 euros.
La campaña se desarrollará en dos espacios temporales, del 13 al 27 de enero y del 10 al 24 de marzo, de forma coordinada con la Concejalía de Medio Ambiente y de Protección Ciudadana.