• La muestra, coproducida con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y comisariada por Patricia Molins, miembro de su Departamento de Exposiciones Temporales, reúne más de noventa pinturas, además de una amplia selección de dibujos, que recorren la trayectoria de una de las figuras más singulares de la Generación del 27, saldando así “una deuda histórica con ella” y “sacándola del olvido” en “uno de los principales museos de arte moderno de España”, como han reflejado en sus páginas medios de todo el mundo.
• Tras cinco meses abierta al público, la exposición “Maruja Mallo: Máscara y compás. Pinturas y dibujos de 1924 a 1982” cierra sus puertas al público este domingo, ofreciendo aún estos días la oportunidad de conocer la obra de esta artista visionaria y singular, que supo convertir lo cotidiano en símbolo, incorporar la perspectiva femenina a un contexto dominado por hombres y entrelazar arte, ciencia, naturaleza y pensamiento visionario.
• “Maruja Mallo: Máscara y compás” ha recorrido la obra de Mallo desde sus primeras incursiones en el realismo mágico hasta sus configuraciones geométricas y fantásticas del final de su carrera. La muestra ha sido acompañada por un completo programa de actividades que ha permitido acercarse a su universo creativo desde distintas perspectivas.

Este domingo 14 de septiembre, a las 20:00 horas, la exposición “Maruja Mallo: Máscara y compás. Pinturas y dibujos de 1924 a 1982” se despide del público de Santander y Cantabria tras cinco meses de intensa actividad. Desde su inauguración el pasado mes de abril, el Centro Botín ha ofrecido un amplio recorrido por la vida, obra y pensamiento de una de las creadoras más originales y transgresoras del siglo XX español, figura esencial de la Generación del 27. Durante estos meses, un gran número de visitantes han participado en las actividades y talleres organizados para comprender su obra, confirmando el interés que despierta esta artista visionaria, capaz de reflejar en sus pinturas las inquietudes de su época y de anticiparse a muchas de las que caracterizan el contexto actual.

Coproducida con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y comisariada por Patricia Molins, miembro de su Departamento de Exposiciones Temporales, esta muestra es la retrospectiva más completa realizada hasta la fecha sobre Maruja Mallo (Viveiro, 1902 – Madrid, 1995), con más de noventa pinturas, además de una amplia selección de dibujos, procedentes de más de sesenta prestadores de importantes colecciones nacionales e internacionales, como la del MNCARS; el Art Institute of Chicago; el MNAM Centre Georges Pompidou, en París; o el Museo Benito Quinquela Martín y el Museo de Arte Latinoamericano, ambos en Buenos Aires. Junto a otros documentos, fotografías y escritos del archivo de la artista, perteneciente al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, colección Archivo Lafuente, esta recopilación permite explorar el proceso creativo de la artista, su trayectoria, las referencias intelectuales que influyeron en su trabajo y la huella que dejó el marcado carácter reivindicativo de su obra: universalidad de las aspiraciones humanas, más allá de diferencias económicas, raciales o de género; la consideración del mundo como un sistema ecológico interrelacionado que debe ser preservado; y el poder del arte para revelar aspectos desconocidos de la realidad.

Se trata, por tanto, de una de las exposiciones que han tenido más expectación e impacto, como han reflejado medios locales, nacionales e internacionales, no solo por la relevancia de las obras reunidas, que llevaban años sin exponerse juntas, sino también por el poder inspirador de su trabajo, saldando así “una deuda histórica con ella” y “sacándola del olvido” en “uno de los principales museos de arte moderno de España”, como han reflejado en sus páginas. Según los testimonios recogidos por parte de los visitantes, la muestra ha sabido reconocer y honrar la figura y el legado de Maruja Mallo, confirmando la vigencia de su obra y su lugar central en la historia del arte del siglo XX.

Un recorrido abierto al público y a la creación

A través de un recorrido cronológico y temático, la exposición ha reflejado desde el realismo mágico de sus primeros años hasta las configuraciones geométricas y fantásticas de sus últimas obras, revelando a una artista que supo convertir lo cotidiano en símbolo, incorporar la perspectiva femenina a un contexto dominado por hombres y entrelazar arte, ciencia, naturaleza y pensamiento visionario.

Así, el viaje expositivo comienza con su paso por la Academia de San Fernando, continúa con la serie Las verbenas (1927-1928), Cloacas y campanarios (1930-1932), las Arquitecturas minerales y vegetales (1933), las Arquitecturas rurales (1933-1935) y Teatro (1932-1936), y se abre en el exilio americano a La religión del trabajo (1937-1939) y a Cabezas, Naturalezas vivas y Máscaras (1941-1957), entre otras series que exploran el sincretismo cultural y humano. Tras su regreso a España, el recorrido culmina con Moradores del vacío (años 70) y Viajeros del éter (1982), visiones siderales donde materia, geometría y espiritualidad se funden, y pone el broche de oro con un epílogo que recupera las obras que creó durante sus últimos años, sus portadas para la Revista de Occidente y los grabados de 1979, así como algunos testimonios fotográficos y audiovisuales de esta etapa final.

Para enriquecer la experiencia de la muestra, el Centro Botín ha desarrollado durante estos meses un extenso programa de actividades que ha incluido encuentros con especialistas, como el podcast “Las preguntas de la Fundación Botín” con expertas en la obra de la artista, propuestas familiares, talleres de creación, visitas comentadas o experiencias participativas, potenciando el diálogo entre las obras y los visitantes, y permitiendo a públicos muy diversos entender y acercarse a Maruja Mallo desde diferentes perspectivas. Estas propuestas han fomentado la participación activa de los visitantes y han convertido la exposición en un espacio vivo, en el que la contemplación se ha complementado con la reflexión, la creatividad y el intercambio de ideas, reforzando el compromiso del centro de arte de la Fundación Botín con estas acciones.

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