Unas actuaciones que, tal y como ha explicado Marcano, son fruto de un convenio suscrito entre la Fundación Camino Lebaniego y la diócesis de Santander y que forman parte de una serie de actuaciones que el Gobierno de Cantabria está llevando a cabo en otras infraestructuras de interés turístico-religiosos, tales como los caminos y albergues de peregrinos, así como otros edificios eclesiásticos, con una inversión de 9,5 millones de euros.
En cuanto a los aseos de peregrinos, situados en un edificio próximo al monasterio, también presentaban un estado obsoleto, tanto en acabados como en dotaciones y tipo de instalaciones, por lo que, según Marcano, «se ha decidido modernizarlo y adaptarlo a los requisitos de uso y normativas vigentes, primando la accesibilidad, de la que carece, y el ahorro energético y la funcionalidad de las dotaciones».
Mientras que la Consejería de Turismo se ha encargado de financiar estas actuaciones de mejora, la diócesis de Santander ha gestionado y realizado las obras, manteniendo las visitas turísticas y culturales al Monasterio para mostrar los recursos culturales en los horarios establecidos, así como la adecuación del itinerario turístico del monasterio para visitantes con discapacidad. También ha atendido a los peregrinos para el sellado de las credenciales y se ha encargado de la apertura y el cierre de los aseos públicos.
Unas actuaciones que se completan con las obras de mejora del monasterio de Santo Toribio en su explanada, en los accesos de la cueva santa tan vinculada al monasterio, en la señalética y en no menos de una docena de intervenciones en el Camino relacionadas con el patrimonio civil y religioso, con una inversión de 9,5 millones de euros, principalmente los contemplados en el Plan Xacobeo (3,1 millones) más las relacionadas con subvenciones a albergues y otras ayudas.
El titular de Turismo del Gobierno de Cantabria ha mostrado su satisfacción por la puesta a punto «a tiempo» del monasterio de San Toribio, «uno de los bienes de interés cultural más importantes de Cantabria» antes de la apertura el próximo mes de abril de la Puerta del Perdón con motivo del Año Jubilar Lebaniego, «un acontecimiento único y muy especial dedicado a los caminantes y al patrimonio».
Por ello, ha valorado el esfuerzo realizado por los técnicos de su departamento para mantener en perfecto estado al monasterio y contribuir a poner en valor el turismo religioso, que, en su opinión, «aúna valores espirituales, culturales y artísticos».
«Queremos que este Año Santo 2023 sea el de las personas, el de los peregrinos y el de los caminos como fórmula para que Cantabria se sitúe mejor en los mapas religiosos, culturales y naturales de todo el mundo», ha subrayado Marcano, quien ha avanzado que las actuaciones en el monasterio se enriquecerán con los diversos planes de sostenibilidad turística en los municipios.
El consejero ha estado acompañado en la inauguración por el obispo de la diócesis de Santander, Manuel Sánchez Monge, quien ha agradecido a la Consejería el esfuerzo y la colaboración mostrada para que las mejoras realizadas en el monasterio hayan llegado «a tiempo» y que los peregrinos y visitantes a Santo Toribio puedan disfrutar del Año Santo. «Hoy es un día de una enorme alegría porque el Monasterio ha quedado en perfectas condiciones para albergar un acontecimiento que tendrá una enorme repercusión por todo el mundo», ha señalado Sánchez Monge.
Mejoras en el Monasterio
Con respecto a las obras de las cubiertas del edificio se ha restituido un total de 1.800 metros cuadrados de las mismas a su estado original pero actualizando los materiales de cubrición (teja árabe y cerámica curva roja) para que cumplan adecuadamente su función de protección del conjunto frente a los agentes atmosféricos y renovar la red de recogida de pluviales que permita una correcta evacuación y no dañe los paramentos de fachadas y generen humedades y filtraciones en el interior del inmueble, como ocurre en la actualidad.
Con respecto a los baños se han incorporado tres duchas en cada zona y se ha habilitado una ‘ducha-barco’ en el aseo adaptado, reubicando el inodoro para permitir su utilización desde ambos costados. También se han habilitado sendos anteaseos, con bancos de espera y máquinas expendedoras de productos de aseo, alimento y bebidas en ambos accesos.
Asimismo, muebles fijos para vestuario en cada aseo, de tal forma que en el vestuario femenino se han habilitado 6 cabinas de inodoro y 5 lavabos mientras que en el masculino, 3 cabinas de inodoro, 4 lavabos y 5 migitorios. El aseo adaptado consta de un inodoro, un lavabo y la mencionada ducha-barco.
En los baños se establece una iluminación por detección de presencia y grado de luminosidad ambiental para mejorar el ahorro energético, así como una extracción forzada temporizada en todos los ámbitos estancos de cada vestuario. También se ha instalado la iluminación de emergencia y señalización necesarias para cumplir con las condiciones de evacuación.
Las obras en los aseos también incluyen la sustitución de las carpinterías exteriores por otras nuevas oscilobatientes que mejoran la ventilación natural y con vidrio doble con cámara de aire para mejorar el aislamiento.
El Año Santo Lebaniego
El Año Jubilar Lebaniego se celebra cada año que el 16 de abril, festividad de Santo Toribio, cae en domingo, siendo el próximo en 2023. Su celebración se inicia en el siglo XVI, tras la bula del Papa Julio II del 23 de septiembre de 1512 que otorga el privilegio de la celebración del Año Jubilar Lebaniego, lo que hace del monasterio de Santo Toribio un importante centro de peregrinación y uno de los lugares santos más importantes de Europa.
El motivo de la Bula Papal es la presencia en el monasterio del ‘Lignum Crucis’, la reliquia que Toribio de Astorga había traído de Tierra Santa, el trozo de la cruz de Cristo más grande que aún perdura. Por esto mismo a sus peregrinos se les conocía como «crucenos» o «cruceros». La peregrinación a Santo Toribio enlaza con el Camino del Norte a Santiago de Compostela, el camino de las primeras peregrinaciones a Santiago.