Me gustaría presentar esta nueva sección en el Blog. Marcos Pereda será el que nos presente la Historia de Cantabria, con datos curiosos e historias que te sorprenderán. Es profesor de la Universidad de Cantabria @unican – @unedcantabria y habla de historia en Onda Cero Cantabria.

La Historia de Cantabria no se esconde solamente en libros, documentos o yacimientos arqueológicos. No, bien al contrario tenemos la suerte de que cualquier paseo por esta tierra puede irnos dejando pequeñas pistas sobre el pasado de los pueblos y las gentes que los habitaron hace mucho, mucho tiempo. Pequeñas pistas que, si sabemos leerlas, pueden enriquecer cada escapada, cada ruta, y acostumbrar a nuestros ojos a mirar de otra forma: con la curiosidad del que sabe que el saber está ahí fuera, a su alcance. Rollos jurisdiccionales, cárceles, calzadas, mojones o árboles singulares, todos ellos nos van a contar cosas interesantes sobre el pasado si sabemos leer su lenguaje.

Uno de los elementos más interesantes en este sentido es el de la toponimia local. Cantabria es un lugar privilegiado para poder rastrear elementos históricos a través de los nombres de sus pueblos, de sus barrios, de sus montañas. Aquí tenemos un Valle de las Herrerías, tenemos una Villa de la Torre de la Vega, tenemos varios parajes de la Picota, tenemos un Pico de la Capía. Todos estos nombres, y muchos otros que vamos a ver ahora, nos hablan de hechos pasados, de instituciones tradicionales, de lugares emblemáticos cuya historia, en algunos casos, hemos acabado olvidando. Y, precisamente, vamos a intentar recuperarla.

La Picota (Liencres)

Una pequeña advertencia. Intentaremos no hablar aquí de meros topónimos derivados de forma latinas y su paso etimológico hasta el castellano actual. Doctores tiene la Iglesia (nunca mejor dicho) en este caso que más que nosotros saben de ello y mucho mejor lo sabrán explicar. Y una segunda…esta es tan sólo una pequeña muestra de la toponimia en Cantabria…más adelante os contaremos más cosas.

Ahora, acompáñanos en este camino virtual por toda Cantabria… Seguro que después ves la toponimia de esta tierra con otros ojos.

Topónimos basados en accidentes naturales

Evidentemente la toponimia basada en la propia orografía del terreno es la más abundante para denominar lugares de Cantabria. Y es que ríos, coteras, montañas y valles han ido conformando durante milenios no solamente las formas de poblamiento de estas tierras, sino incluso el carácter de las gentes que las habitan. Por eso no es de extrañas que sea esa geografía la elegida para describir multitud de lugares concretos.

Así, por ejemplo, uno de los topónimos más extendidos en Cantabria es el de Bárcena. Bárcena Mayor, Bárcena de Pie de Concha, Bárcena de Cudón, Barcenilla, Barcenaciones, El Barcenal, Bárcena de Cicero…son docenas los sitios que tienen esa raíz en su nombre. Incluso Puente San Miguel fue conocido, en tiempos, como Bárcena de la Puente. Pero, ¿qué es una bárcena? Una Bárcena es un lugar llano situado justo al lado de un río, y que de forma ocasional es inundado por alguna crecida de éste. Es decir, un terreno sumamente rico y fértil que resulta ideal para la agricultura. Seguramente ahora es más sencillo saber la razón por la cual Puente San Miguel se llamaba antaño Bárcena de la Puente…y es que no era otra cosa que el caserío que surgía alrededor de la bárcena que había cerca de ese importante puente (el que aún hoy en día se puede ver y utilizar en dirección a Santillana del Mar).

Bárcena Mayor

Otro topónimo muy usado es el de sel… así tenemos Sel de la Carrera, Selviejo, Sel de la Peña, Sel del Tojo o Sel del Hoyo… incluso Selaya. Un sel era, antiguamente, una pradera limpia de maleza en la cual se recogían por las noches los ganados que pastaban en los montes (ojo, los que estaban en los montes, porque en los pueblos los lugares de reunión de los ganados eran las escurrideras). Por esa misma razón los seles solían estar acotados con cantos. En Cantabria tenemos una población que deriva del nombre, aun recogido en el siglo XVI, de Sel de la Haya, que no es otra cosa que la referencia a un sel concreto donde existía una o varias hayas, y donde, supuestamente, se empezó a levantar el caserío de la actual Selaya.

Selaya

Una serna, por su parte, era una porción de tierra dedicada al cultivo intensivo, y que normalmente era aprovechada directamente por el titular del señorío en las tierras de este régimen jurídico, es decir que no se arrendaba a aparceros. En Cantabria tenemos varias localidades que tienen este nombre, como La Serna en Iguña, la que hay en Valderredible o la que hay en Campoo de Suso .

Por cierto, seguramente también habrás comprobado que en Cantabria existen varias poblaciones o municipios que comparten el mismo nombre y luego le añaden la coletilla “de suso” o “de yuso”. Así, tenemos los municipios de Campoo de Suso y Campoo de Yuso, el término de La Población de Yuso o los pueblos de Villayuso y Villasuso de Cieza. Estas denominaciones tienen una raíz histórica, y es que yuso significa “de abajo” y suso “de arriba”, por lo que cada vez que veamos que un vecindario se llama “de suso” tenemos que entender que para llegar a ella debemos de subir desde el vecindario de “yuso”. Quizás si vas en coche no lo notes demasiado, pero en Cieza Villasuso está a más altura que Villayuso…

Campoo de Suso

Seguro que muchos de los lectores conocen el lugar de La Pereda, en Santander. Igual les asombra saber que una pereda era un campo lleno de perales… vamos, un sitio de explotación frutícola. Hoy en día lo cierto es que hay más chalets que peras, pero el origen es ese…

También existen en Cantabria gran cantidad de lugares que se denominan Herrera (de Camargo o de Ibio, por ejemplo). En estos casos se hace referencia a un sitio con gran abundancia de mineral de hierro, ya que el topónimo “Herrera” deriva de fierro. Es decir, que una herrera es un yacimiento ferroso. Y bueno, con este segundo ya dejo de sacar la etimología mis propios apellidos, prometido…

Herrera de Ibio

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