Santander, la capital de Cantabria, ha sido reconocida recientemente como la segunda mejor ciudad pequeña del mundo para vivir. Este prestigioso reconocimiento proviene de la revista británica ‘Monocle’, conocida por su enfoque en negocios y tendencias.
El Ranking de ‘Monocle’
La revista ha incluido a Santander en su Top 25, destacando ciudades con menos de 350,000 habitantes que combinan lo mejor de una gran urbe con una calidad de vida excepcional. El primer lugar fue otorgado a Naha en Japón, mientras que Petrópolis en Brasil ocupó la tercera posición. Gerona es otra ciudad española presente en la lista, ubicándose en el puesto 14.
¿Qué Hace Única a Santander?
- Tranquilidad y Belleza Natural: Santander ha sido elogiada por sus hermosos entornos marinos y paisajísticos.
- Centro Cultural y Empresarial: La presencia del Banco Santander y su sede corporativa, el Centro Botín, y el futuro proyecto Faro Santander, son aspectos claves en su reconocimiento.
- Entorno Joven y Cultural: La ciudad es vista como un lugar propicio para jóvenes profesionales, con un ambiente cultural vibrante.
- Conectividad: Santander dispone de buenas conexiones nacionales e internacionales, incluyendo un aeropuerto y un ferry que conecta con Portsmouth, Reino Unido, dos veces a la semana.
Testimonios Destacados
El reportaje de ‘Monocle‘ incluye testimonios de personas destacadas de la ciudad, como la exregatista olímpica Berta Betanzos, el arquitecto Jacobo Gomis y Carlos Zamora, socio del grupo de hostelería Deluz.
Otras Ciudades en el Ranking
Además de Santander, Naha y Petrópolis, el ranking incluye a ciudades como Newcastle en Australia, Eindhoven en Holanda, Basilea en Suiza, entre otras. También se mencionan ciudades con menciones especiales como Santa Cruz en California, Pula en Croacia, y San Miguel de Allende en México.
El reconocimiento de Santander en esta prestigiosa lista destaca no solo la belleza y tranquilidad de la ciudad, sino también su vibrante ambiente cultural y su adecuada infraestructura para los jóvenes profesionales. Es un orgullo para Cantabria y un ejemplo de cómo una ciudad pequeña puede ofrecer una calidad de vida comparable a la de las grandes urbes.