La alcaldesa se ha reunido con los 26 chicos y sus familias que han formado parte del programa Albura, uno de los cinco proyectos de menores que el área de servicios sociales desarrolla por toda la ciudad
Un total de 130 menores en situación de riesgo o desprotección moderada han participado en los programas de prevención del ayuntamiento de Santander. 26 de ellos lo han hecho en el programa Albura, uno de los cinco proyectos que se llevan a cabo para reforzar las intervenciones familiares de las UTS.
La alcaldesa, Gema Igual, ha visitado a los menores una vez finalizado el curso y ha compartido un rato con ellos y sus familias con el fin de conocer su experiencia.
Desarrollado en la Finca Jado, el programa se ha llevado a cabo en horario de tarde, de 16.00 a 19.00 horas, con una duración de 420 horas en las que los chicos han llevado a cabo actividades de apoyo y refuerzo escolar, socio-educativas en el tiempo libre y dinámicas de grupo, culturales y recreativas, así como excursiones y salidas los sábados, fiestas y celebraciones.
Acompañada por los concejales Zulema Gancedo y Álvaro Lavín, Igual ha recordado que el Ayuntamiento de Santander desarrolla cinco programas de intervención dirigidos a la población infantil y adolescente según la zona en la que viva. Así, además de este de Jado, se llevan a cabo en otras cuatro localizaciones, calle Alta (centro cívico Callealtero); Castilla-Hermida (Tabacalera); en la zona centro (edificio de la Gota de Leche y Centro Cívico de Numancia) y peñacastillo.
La regidora ha destacado la importancia de este tipo de programas que pretenden detectar aquellos factores de riesgo que desencadenan en procesos de inadaptación, exclusión o aislamiento social y ha remarcado que se trata de una intervención que aborda las diferentes áreas, facetas de desarrollo y contextos de los menores y sus familias.
“Se trata de un recurso idóneo de educación social, donde las acciones se dirigen al fomento de valores positivos. Y es que debemos trabajar la atención social integral con los menores y sus familias para prevenir posibles casos de exclusión social”, ha remarcado.
El programa, que cuenta con 130 plazas en total, se desarrolla durante el curso escolar y se establece en grupos de 20 menores dirigidos por un educador y un maestro. Además, todo el personal de atención a los niños y adolescentes dispone de experiencia en prevención e intervención familiar.
Finalmente, ha recordado que los participantes se derivan desde las unidades de trabajo social de los Servicios Sociales, para que se valore su idoneidad como recurso municipal.