Como cada 27 de enero es el aniversario de este trágico suceso
El derrumbe del Hotel Bahía de Santander es sin duda una de las tragedias recientes más recordadas por los santanderinos y cántabros.
El 27 de enero de 1992, a las siete de la mañana, varias plantas y 300 metros cuadrados de las fachadas sur y este del Hotel Bahía, se vinieron abajo sobre la cuadrilla de veinte trabajadores que se encontraba en su interior, atrapando a una docena de ellos. El Hotel de ocho plantas había sido cerrado al público el 1 de diciembre para su remodelación.
A las dos horas del derrumbe, todos los heridos localizados estaban ya fuera. Los familiares y compañeros de los trabajadores habían ido llegando; otros aguardaban noticias en Valdecilla. Los equipos de rescate funcionaban a todo ritmo; contaron incluso con perros especializados en la detección de víctimas procedentes de Vizcaya.
No son difíciles de imaginar las escenas de desesperación e impotencia, las caras largas y los ojos llorosos. Los vecinos de la zona, primero, y gente de toda la ciudad, después, se acercaron a los alrededores del hotel. Miles de personas que hubo que alejar del delicado entorno de trabajo en el puro centro de una ciudad completamente colapsada.
El cadáver de Rafael Santiago Martín, de 26 años, fue extraído a las 14.00 de los cascotes. Este joven había permanecido en paro hasta que en diciembre se incorporó a los trabajos en el hotel. El cuerpo fue localizado por uno de los 10 perros especializados llegados del País Vasco. La segunda víctima, rescatada a las seis de la tarde, Jesús Álvarez Alonso, de 56 años. Al término del primer día de trabajo -no se puede hablar de jornada, porque no se paró-, siete obreros estaban ingresados en el hospital y aún permanecían desaparecidos tres, Julio Serrano, Ángel Haya y Gonzalo Montalvo. No se quería perder la esperanza, por poca que fuera.
Ya de madrugada, dieron con Ángel. Muerto. Durante cinco días, hasta que aparecieron los dos últimos, toda la plantilla de bomberos estuvo trabajando por turnos, trabajando dos horas y descansando cuatro. El saldo final fue de seis muertos, tras el fallecimiento, a los pocos días, de Albino Pérez por la gravedad de sus heridas. La causa de esta tragedia fue un trabajo de rehabilitación mal planificado en un edificio de pésima calidad y parece ser que la rotura de uno o varios pilares de la octava planta hizo que esta cediera y arrastrara a las demás hasta la quinta derrumbando asi mismo las fachadas.
La empresa Ascán, encargada de las obras de rehabilitación del hotel, parece ser que conocía por unos análisis encargados a un laboratorio especialiado, las deficiencias en el hormigón de los pilares y el resto del edificio. Ascán no informó en ningún momento a los trabajadores del mal estado de la estructura del edificio. En el juicio celebrado para buscar responsabilidades de la tragedia, celebrado casi 5 años después de esta.
La Audiencia Provincial de Santander sólo halló dos culpables: Armando Alvarez propietario de hotel, fue condenado a un año de prisión por un delito de imprudencia temeraria y el aparejador Antonio Gómez Peña a ocho meses de prisión menor por el mismo delito. Ambos tuvieron que indemnizar a la madre de uno de los fallecidos con 15 millones de pesetas, los familiares del resto de fallecidos, llegaron a un acuerdo económico con los acusados y retiraron las acusaciones.
Seguramente se podía haber buscado mas responsables de esta tragedia, pero todo quedo en nada, los acusados , por supuesto no cumplieron las penas y se lavaron las manos a cambio de dinero.
Fuente: eldiariomontanes.es
Más fotos del derrumbe del Hotel Bahía de Santander
Otras catástrofes históricas en Santander
03/11/1893 – LA EXPLOSIÓN DEL CABO MACHICHACO (SANTANDER)
https://postureocantabro.com/explosion-del-cabo-machichaco-santander-1893/
